1 de febrero de 2024

Horacio Luis Carrena Artista Argentino



HORACIO CARRENA

Horacio Luís Carrena nació en Buenos Aires el 28 de Enero de 1955. En 1978 se graduó de Profesor Nacional de Dibujo y Pintura, egresado de la Escuela Nacional de Bellas Artes “Prilidiano Pueyrredon” de Buenos Aires. Expone desde en año de 1979.  Artista Plástico con más de 200 exposiciones nacionales e internacionales y ganador de diferentes premios.  
horacio carrena pintor
Horacio Carrena, artista de Argentina
Pintor y escultor  

horacio carrena obra
Obra del maestro Horacio Carrena de Argentina

Autorreflexión:

Mi obra esta basada en el desarrollo plástico-visual de la signografía realizada por los pueblos originarios de nuestro país, especialmente de la zona de la Patagonia y del Norte. Hace más de 15 años, que estoy buscando y analizando estos signos, extractando los que mas me interesaban desde el punto de vista visual y expresivo. Así he realizado diferentes series de pinturas y dibujos donde aparece un nuevo paisaje surgido como consecuencia de la libre combinación de estos lenguajes. La idea, es seguir elaborando nuevas obras que expresen la riqueza expresiva de estos símbolos que, aunque antiguos, tienen mucho potencial para desarrollar y experimentar .

Si bien las obras son abstractas, remiten a un entorno natural que era para los aborígenes muy importante, como tendría que ser para el hombre de hoy. También, estas imágenes se combinan con diferentes formas, texturas y colores tomadas de los diversos elementos de la naturaleza, dándoles ritmos y movimientos virtuales a cada obra.














Crítica:
El peso central de la obra de Horacio Carrena es el signo, el que habría que rastrear en civilizaciones ancestrales indoamericanas.

En muchos casos este encuentro con el signo se produce en un viaje, generalmente con la aureola del deslumbramiento, del hechizo. Conocer otras geografías y los seres que las habitan o acerca de aquellos que dejaron su marca, provocan en el artista una suerte de comunión espiritual que actúa como disparadora de ideas latentes que, finalmente, se convertirán en su lenguaje expresivo.

No es el caso de Carrena. Durante quince años, hizo otro “viaje”, se internó en nuestro Museo Etnográfico donde pacientemente estudió e hizo suyas las imágenes misteriosas, cargadas de leyendas y tradiciones que se fueron transmitiendo a través de los siglos y que son motivo de estudio para antropólogos.

Esto no significa que Carrena copió esos signos. Lo que aquí muestra es producto de la reflexión, de una introspección, de un querer saber más acerca de esas civilizaciones con las que está consustanciado

Hay un cierto desborde emocional cuando marca el contorno con negros ominosos y si bien su obra aspira a superar lo anecdótico, en los fondos se hallan surcos, ríos que atraviesan las montañas, campos cultivados, la fuerza del sol, semillas enterradas, una aproximación geometrizante del paisaje y la fuerza de la tierra.

Carrena conjuga lo sígnico y lo simbólico, se escapa de lo narrativo, pone su experiencia personal que, sumada a su memoria y a la ajena, da por resultado un objeto estético en búsqueda de una identidad americana, construcción hoy muy valiosa en un mundo globalizado.

Lo que sí vale destacar es que Carrena, como todo artista que no responde a las leyes del mercado, intenta crear un camino que “lo ayude a sobrevivir en este mundo”.

Laura Feinsilber
Agosto 2008.

Horacio Carrena

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