26 de noviembre de 2012

Pintura: Los reflejos en el agua




El agua produce dos efectos físicos-ópticos constantes: la refracción y la reflexión. De la refracción depende sobre todo el color que apreciamos en el natural y, en algún caso, el efecto de transparencia de los cuerpos que se hallan inmersos en el agua. No obstante, el pintor le habrá de interesar especialmente el segundo efecto, el de la reflexión, puesto que todo el entorno se refleja en la superficie del agua.

Paisajes marinos al óleo de Richard Estes
Serie de pinturas en el polo Norte

Pero, saber representar el efecto de reflexión puede no resultar fácil si no se observa atentamente el natural; ya que se puede caer en el error de plasmar algo que no existe en la realidad. Veamos un error en el que podemos incurrir al representar la masa acuosa del mar.

Representar el efecto de reflexión que se produce en el agua como si se tratara de un espejo que reflejase fielmente los objetos que sobre su superficie aparecen, produciría un efecto falso. El dibujante, en este caso, habría plasmado la sensación propia del mar como superficie que refleja, pero no sería un efecto natural.

Si, por el contrario, el dibujante tiene en cuenta que la superficie del mar -por tranquilo que esté- siempre será ondulante, lo cual se traducirá en un nuevo efecto de arrugamiento» de la imagen    reflejada. Según este condicionante podrá ser representada con exactitud la masa del agua y el efecto de reflexión.

Un ejemplo de extrema importancia en este tipo de trabajos donde el agua refleja el paisaje y su entorno es Richard Estes, un pintor de los Estados Unidos que ha impactado por su realismo tan perfecto en sus cuadros.

Paisajes marinos al óleo de Richard Estes
Serie de pinturas en el polo Sur