1 de junio de 2015

Arte comercial vs obras de arte



Alguien me dice que cuando un artista estudia y tiene títulos, es más valorado en el mercado del arte. Yo le digo a esa persona, que el artista se hace es pintando y que los estudios, sino se complementan con trabajo, no determina la clase de obra que  se hace. Hay artistas que han estudiado en un Escuela de Artes y hacen simplemente arte comercial y hay empíricos que hacen verdaderas obras de artes.
Paisajes comerciales con flores de Piero Rasero


El artista autodidacta más conocido en la historia, es Henry Rousseau. Y cuando hablamos de arte comercial hablamos básicamente  de pinturas de paisajes, bodegones, o los trípticos o pinturas  de arte abstractos tan de moda hoy,  y lo decimos así porque son obras hechas básicamente  para decorar espacios ya sea en casa habitación, locales comerciales, oficinas u otros recintos.

Recordemos que la obra de arte busca  dar una emoción, enviar un mensaje basado en la creatividad, negando muchas veces su función decorativa. Tal vez por eso, los precios de las obras comerciales son casi universales o de temáticas con características “estándar” y en realidad están por debajo de las obras de un buen artista visual. Es un precio que muchas veces sube con el tiempo en la medida de que el artista continúe produciendo propuestas nuevas. Por eso, se dice, que comprar la obra de artistas jóvenes resulta una muy buena inversión. En cambio la obra comercial se sostiene en los mismos precios durante mucho tiempo.

Obvio, existen piezas comerciales que pueden emocionar y que muchas veces son partes de un proceso artístico, pero la obra de arte nos hace asombrar, nos crea emociones y nos posibilita otra lectura de la realidad. A veces el arte comercial solo decora un espacio, hace juego con los muebles paredes o estilo o modelo del espacio,  en cambio una obra de arte define un ambiente, le da personalidad y criterio. Igual en el momento de la compra, muchas veces el gusto define, luego el precio. Sin embargo, lo ideal, es simplemente el placer de tener una pieza artística y que refleje mi gusto, creo que es lo importante.


Por Miguel de León