17 de febrero de 2016
Nació en una ciudad
que, aún pequeña, le dio oportunidad de crecer intelectualmente, estudiando en
el Conservatorio de Música (Piano, Guitarra, armónica, Historia de la Música).
Frecuentaba la Biblioteca Pública local, bajo orientación de la Bibliotecaria
Jefe, donde creó un periódico, piezas de teatro y un programa de radio junto
con otros adolescentes. Ingresó en la Escuela de Bellas Artes a los 15 años,
diplomándose Bachiller en Pintura con medalla de oro en 1956. En 1957 casó con el
médico psicoanalista Isaac Pechansky, pasando a vivir en la capital, donde
desenvolvió todo su trabajo artístico. Tiene una larga experiencia como artista
gráfica para publicidad, y es ilustradora de cuentos, poemas y libros. Estudió
con grandes maestros Dibujo, Pintura, Xilografía, Litografía y Grabado en
Metal. Su formación se completó con Licenciatura en Dibujo e Historia del Arte,
y varios cursos de Educación Audiovisual. Tiene dos hijos: Flavio, médico
psiquiatra, y Rubem, designer, y cuatro nietos. Además de su familia y del
arte, cultiva un gusto especial por viajar. Vive y trabaja en Porto Alegre.
¿Para quienes aún no la conocen, quién es Clara
Pechansky?
Lugar de nacimiento, entorno familiar y sus primeros contactos con la pintura.
Nací
en Pelótas, interior del Estado de Río Grande de Sau, Brasil, en 1936. Mi
padre, que era comerciante, nació en una
pequeña ciudad de Rusia y emigró a Brasil con 15 años. Mi madre era dueña de
casa, y le gustaban los libros. Nació en Ucrania y llegó a Brasil con 10 años.
Ellos tuvieron 3 hijas, yo soy la tercera.
¿Qué circunstancias la acercan al arte y que la atrae
hacia la pintura?
Desde
muy temprano empecé a dibujar, era algo que ocurría con mucha naturalidad, y mi
familia siempre lo ha aceptado. No tenía ningún contacto con pintura, mi padre
tenía una tienda de tejidos, pero en mi
casa y en la casa de los abuelos había fotografías, cuadros y tapices en la
pared. Mirar estas imágenes fue siempre una fascinación.
¿Cómo descubre su talento y que siente al saberse
creadora?
Me
acuerdo de la decoración con flores en las paredes de mi casa, y del piso de
mosaico. Eso está narrado en el libro “Clara, Clarita, Ita”, que habla de mi
niñez. No había cuadernos de dibujar, entonces yo dibujaba en el papel de la
tienda de mi padre. Como mi abuelo también tenía una tienda, el papel para
hacer paquetes fue mi primer soporte. Inventaba historias y creaba muñecas de
papel que eran mis juguetes.
¿Qué fue lo primero que hizo y que Ud. vio que había
gustado a quienes vieron su trabajo?
Era
algo tácito en mi familia que Clarita iría ser artista, y me diplomé Bachiller
en Pintura con 19 años, en 1956. Empecé muy temprano a hacer retratos de todos
los familiares. Estos dibujos estarán en muestra en Agosto en el Museo de Arte
de Rio Grande do Sul (MARGS), donde tendré una retrospectiva de mis 60 años de
arte. Tengo también una trayectoria como ilustradora de libros y periódicos, y
trabajé con creación audiovisual y pesquisa pedagógica en una escuela privada.
¿Qué es ser artista hoy que cualquiera se proclama
artista?
Con
el aventó de programas para computadora que “dibujan” y “pintan”, es fácil una
persona se auto-proclamar artista, pero ser artista es mucho más que utilizar
programas de computadora.
¿Cuáles cree usted, son las condiciones que hace de
alguien un artista?
Talento,
disciplina, mucho estudio, mucho trabajo diario, ensayo y error, perseverancia,
humildad, no necesariamente en este orden, pero sin duda estos son requisitos
básicos para que uno sea artista.
¿Qué predomina hoy en el llamado mundo del arte: el comercio
o el talento?
Los
dos. Todo depende de las circunstancias. El artista que lleva en su íntimo el
Arte como vocación, necesita del comercio para ser reconocido. El artista que
no tiene talento pero tiene una estructura comercial que lo ampara, muchas veces
tiene más éxito sin tanto esfuerzo.
¿Si hay en las galerías, aprecio por el arte como tal, o
solo ven las posibilidades comerciales de una artista?
Los
galeristas miran al lucro, porque son gestores de un negocio. En 60 años de
trayectoria, aprendí a trabajar solamente con galeristas que respectan el
artista, pero es innegable que lo que produzco tiene un precio de mercado.
Seria hipócrita negar esa verdad, pero busco que el valor de mis obras sea
accesible a todos.
¿Se deja manipular el público por las ofertas comerciales
o cada vez aprende más a valorar una obra por las calidades artísticas que
contenga?
El
artista siempre quiere ser respetado como persona y como profesional, pero hay
casos en que necesita vender para comer o proveer su familia. En cuanto la galería pone un porcentaje de
lucro sobre el precio del artista, lo que es legítimo, hay artistas que venden
con descuento directamente en su taller. Eso me parece deshonesto de parte del
artista. Otra acción nefasta al artista es dejarse convencer por el gusto del
público. La independencia de ideas es muy importante en una carrera artística.
¿Cómo define su trabajo y su propuesta pictórica?
Mi
propuesta es muy simple: siempre quise comunicarme directamente con el público.
Mi forma de expresión es mi dibujo, mis grabados y mi pintura. Por utilizar la
figura humana, la comunicación se da naturalmente.
¿Qué sensaciones busca alentar en quienes se acercan a su
trabajo?
Mi
obra es a veces narrativa, a veces solamente expresiva, sin buscar “contar una
historia”. Los modernos teóricos abominan el término “narrativo”, como si toda
la Historia del Arte no esté calcada en narraciones de la Biblia, la Mitología,
la historia de los países, sus guerras y sus conquistas. Esta negación del
pasado es una característica de los actuales “curadores”, y eso acaba
confundiendo el espectador. Mi obra no necesita de una bula explicativa, como
algunas obras dichas “contemporáneas”.
¿Qué no ha podido lograr como artista?
Por
fuerza de haber siempre pensado en mi familia en primer lugar , antes que en mi
trabajo, es posible que algunas oportunidades de exposición fuera de mi país yo
tenga dejado pasar, pero no me parece que hubo algún perjuicio para mi obra a
lo largo de estés años.
¿Sirven los talleres para hacer mejores artistas, o sigue
predominando aquello de que el artista nace con un don especial que no se puede aprender en ninguna academia?
Como
propietaria de un taller donde se forman nuevos artistas, creo que cuanto más
aprendes más tu repertorio se alarga. El aprendizaje del Dibujo, de las
técnicas de Grabado, y de los Procedimientos Pictóricos es indispensable. Por
más que se tenga “don”, nadie podrá ejecutar una buena idea sin la técnica
necesaria.
¿Cuál es el papel que ha venido jugando MAI COLOMBIA en
las artes ?
Jorge
Torres es un animador cultural en Colombia. Mi contacto con el empezó a través
del Proyecto Miniarte, creado por mí en 2003, y que ya está en su 26ª edición.
Por ser un proyecto internacional, Miniarte es amiga de MAI Colombia, y puedo acompañar el crecimiento de
la organización promoviendo el arte no solamente colombiano, pero de varios
países.
¿Cuéntenos sobre el motivo de su visita a Colombia?
Mi
marido y yo viajamos con mucha frecuencia, pero no conocemos Bogotá. Es para mí
un orgullo participar de las exposiciones de MAI Colombia, y traer mis obras
para Bogotá por invitación de Jorge Torres. Será una dupla oportunidad visitar
la ciudad y mostrar mi panorama a los colombianos.
¿Qué va a encontrar el lector de “Clara, clarita ita”?
El
libro habla de mi niñez y fue escrito para niños, por Christina Dias, que es
especializada en literatura infantil. Lo lanzamos en un evento al aire libre en
una de las plazas principales de Porto Alegre, juntamente con reproducciones de
algunas obras mías. En un año, el Proyecto Kombina (Premio Innovación Rio
Grande do Sul) ha visitado decenas de escuelas, teatros, clubes, siempre con
participación activa de niños y adultos, que se divierten con juguetes y juegos
que rescatan un pasado reciente, y hacen relecturas de mis obras.
¿Un mensaje reflexión para los artistas colombianos?
Si el artista está vivo y sigue produciendo,
debe ser considerado contemporáneo, mismo que su obra sea producida sobre
soportes convencionales, como papel o lienzo. Una obra de arte que tenga
calidad no necesita de grandes textos explicativos para ser comprendida, su
mensaje va directo al corazón y al cerebro. Si uno se identifica como artista,
y eso lleva tiempo, debe seguir su vocación, no importa las dificultades que el
mundo le presente.
Muchas
gracias
Los
espero el 20 de febrero en la GALERÍA EL CALLEJÓN para conversar con los
artistas de MAI COLOMBIA y decirles que cuenten con MINIART BRASIL.
Por
Manuel T. Bermúdez
Periodista
MAI COLOMBIA (MAGAZINE)
Obras y montaje de la exposición de Clara Pechansky en la GALERÍA EL CALLEJÓN en la ciudad de Bogotá
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Location:
Pelotas, Pelotas - RS, Brasil
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