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24 de febrero de 2011

EL ARTE DE LA PINTURA DE LAS CATACUMBAS



Maternidad (la Virgen con el Niño), pintura mural de las catacumbas de Priscila (Roma). La iconografía incluía escasas figuras recurrentes.

LA PINTURA DE LAS CATACUMBAS

Aun procediendo del judaísmo religión que carecía de imágenes, el cristianismo se sirvió de símbolos y figuras de la cultura pagana, otorgándoles significados nuevos. 


Se utilizaron técnicas poco costosas, además, los artistas y artesanos eran los mismos que trabajaban para los paganos.  A pesar de su breve realización, la pintura de las catacumbas era muy expresiva. 

Sarcófago de Flavio Julio Catervio. (Catedral, Tolentino). 

Entre las figuras destaca el orante (el que invoca a Dios) con los brazos alzados, la imagen femenina con niño, identificada como la Virgen con el Niño  Y el Buen Pastor, figura del repertorio pagano que adquiría el nuevo significado de Cristo que cuida de su rebaño (los fieles) y salva a las almas descarriadas.

Los símbolos, que sólo descifraban los creyentes, eran el pan y los peces, imágenes codificadas que representaban la Eucaristía, y la paloma con la ramita de olivo, simbolizando a Cristo.

Símbolos de la nueva fe palomas con ramitas de olivo y monograma de Cristo.

Las escenas pintadas más completas y de gran sugerencia se encuentran en las catacumbas de Priscila (siglo III).  En esta pintura predominan los colores rojo y tostado sobre fondo blanco.  La escultura es siempre de carácter funerario.

De hecho, los sarcófagos eran las tumbas de los cristianos ricos (siglos. II-III) y las imágenes que en ellos se esculpían eran con frecuencia las mismas que aparecían en los sarcófagos paganos.  


En la figura  se puede contemplar un friso central con el Hermes crioforo, o portador de la víctima del sacrificio, quien, según la religión cristiana, se transforma en el Agnus Dei, o Cristo sacrificado para la salvación de los hombres.