Esta Perdida La Camiseta Número 7 de Ghiggia, el Mítico Símbolo del Legado Inmortal del Maracanazo?

Por Manuel Tiberio Bermúdez

Los mitos nacen de repente, como por arte de magia, para dar sentido a lo inexplicable, para justificar el milagro.  El hechizo camina por los senderos del pensamiento colectivo y deja huellas imborrables como la que marcó la legendaria camiseta número 7 en la historia del fútbol.

Esto fue lo que sucedió en una fecha que no tiene olvido: 16 de julio de 1950. Un hombre que vestía la camiseta número 7 silenció 200 mil voces que, segundos antes, llenaban de gritos el estadio Maracaná, en Brasil. Ese milagro, aún celebrado se conoce como «El Maracanazo».

Aquel suceso consagró a Uruguay como campeón del mundo por cuarta vez al vencer a Brasil 2-1 en la final de aquel mundial, un triunfo que desafió todas las cábalas. Para quienes gustan de los números, Uruguay ganó la medalla de oro en los juegos olímpicos de 1924 – 1928 “certámenes organizados por la FIFA y el comité Olímpico Internacional”. Y luego los mundiales de -1930 y 1950. organizados exclusivamente por la FIFA.

Pero la historia no quedó solo en esos sucesos.  Otro hecho que hasta hoy es motivo de especulaciones e investigaciones: el paradero de la camiseta número 7 que ese día lucía el jugador que, en el minuto 79, marcó el gol decisivo para Uruguay.

Su nombre era Alcides Edgardo Ghiggia, un futbolista uruguayo que cargó sobre sus hombros la gloria de ser una figura legendaria del fútbol mundial gracias al gol que marcó en el Maracanazo de 1950.

La  camiseta

Hay que recordar que la FIFA formalizó el uso de números en la espalda de las camisetas de los jugadores en la Copa del Mundo de 1950.

La camiseta de Ghiggia se ha convertido en el grial del futbol, no solo por su valor material, sino por simbolizar el triunfo que parecía imposible. Es un objeto envuelto en misterio, que inspira especulaciones, historias increíbles y leyendas fascinantes.

El mito también tiene que ver con el simbolismo del número 7, considerado místico y con poderes desde la antigüedad. Esto le añade una dimensión esotérica a la camiseta de Ghiggia.

En la mitología babilónica siete planetas visibles se asociaban a deidades; en el judaísmo, el séptimo día es el Shabat, de descanso; en el cristianismo, se habla de los siete dones del Espíritu Santo y los siete pecados capitales; y en la numerología, el 7 representa la espiritualidad y el éxito tras el esfuerzo. Esta aura mística eleva la camiseta de Ghiggia a símbolo para la historia del fútbol.

En el mundo del futbol, el número 7 lo han llevado leyendas como Garrincha, Beckham, Jairzinho, Eric Cantona, Raúl González, George Best, Bebeto, Griezman. Fue Ghiggia, quien lo convirtió en talismán, pues los hinchas de su tiempo creían que ese número otorgaba al jugador una energía especial.

En la actualidad también lo han portado Cristiano Ronaldo, catalogado como el mejor 7 de la historia y Lucho Díaz que lleva el número 7 en la selección Colombia. Es un jugador que destaca por su genialidad.

Las leyendas detrás de la prenda

Hoy, el mundo del fútbol se pregunta dónde podrá esta la mítica camiseta de Ghiggia, un ícono de la historia deportiva. Con el gol que marcó en 1950, no solamente aseguró la victoria para su equipo, sino que forjó una leyenda al declarar con orgullo: «Solo tres personas han hecho callar El Maracaná: Frank Sinatra, el Papa y yo».

Por ello, la camiseta de Ghiggia, no es una prenda cualquiera: en su tejido guarda la alegría triunfalista del estadio y el silenció que envolvió al Maracaná tras el golazo del jugador.

El valor de esa camiseta trasciende lo económico. Hay otras subastadas por millones. La que vistió Maradona en el Mundial de 1986. Aunque su verdadero valor no es solo material, sino simbólico: representa lo inexplicable y lo inesperado en la historia del fútbol.  Es la numero siete más icónica en la historia de las victorias imposibles.

El regalo a San Cono

Entre las crónicas que rodean la camiseta con el número 7, una asegura que, tras el Mundial, Ghiggia y otros compañeros prometieron donar sus pertenecías futbolísticas a la Capilla de San Cono, en Florida, Uruguay como agradecimiento por la victoria. Según esa versión, Ghiggia dejó su camiseta en el altar, pero un robo en la capilla, sin fecha que lo confirmen ni documentos que lo sustenten, dejó solo la camiseta número 8 de Julio Pérez. Este suceso le da carácter de leyenda a la camiseta de Ghiggia. Algunos especulan que se perdió para siempre y otros aseguran que Ghiggia la conservó a través de otro de los campeones mundiales de 1950.

¿Cantinflas la tenía?

Otra versión sostiene que en 1953 Mario Moreno «Cantinflas», quien fue presidente honorario del Club América de México, donó al club una camiseta que, según él, era la número 7 que Ghiggia había usado en la final del mundial contra Brasil.

La prensa de México habló del suceso con entusiasmo, pero no se pudo confirmar que se trataba de esa camiseta. Al parecer en 1951 Cantinflas recibió en Punta del Este, una camiseta celeste de manos del periodista Uruguayo Nobel Valentini, pero luego se dijo que aquella camiseta era la número 8 de Julio Pérez y no la 7 de Ghiggia.  

Arcadio Ghiggia, hijo del jugador señaló que en la supuesta camiseta entregada a «Cantinflas», había notables diferencias con el diseño de la original: bordes blancos más gruesos, un celeste menos opaco y el número no era de color rojo, como si lo tenía la camiseta original; aun asi, la versión del robo de la camiseta dada por el mismo hijo nunca fue confirmada por su padre lo que tambien pone en entredicho lo expresado por su hijo.

Otras investigaciones sugieren que Ghiggia nunca donó la camiseta. El hijo contó que su padre regalo varios objetos a San Cono, pero el mismo Ghiggia dio versiones contradictorias sobre el destino final de los zapatos y de la camiseta. Esto hace suponer que la camiseta fue conservada durante mucho tiempo y que el mismo Ghiggia rodeo de misterio el paradero de la casaca para que nunca se perdiera y que fuera perpetuado su valor simbólico.

Los más agoreros aseguran que la camiseta está protegida por una fuerza sobrenatural ligada al número 7 y que está destinada a permanecer oculta hasta que Uruguay vuelva a ganar un Mundial.  Se oye tambien la versión que es uno de los tesoros mejor guardados por el Museo Nacional de Inglaterra (Manchester), y que su valor es incalculable.

El número 7 y Ghiggia

El simbolismo del numero 7 perseguía a Ghiggia. Su camiseta fue la número 7. Al jugador se le recuerda por haber marcado el gol de la victoria contra Brasil a los 34 minutos del segundo tiempo (3+4=7).

La final del Mundial de 1950 se jugó el 16 de julio de 1950, es decir, 6+1= 7, fecha del juego, julio, séptimo mes del año. Ghiggia murió el 16 de julio de 2015. Se repite la suma de la fecha y el mes de año y para mayor coincidencia murió la misma fecha en la que sucedió El Maracanazo. 

¿Existe la camiseta? ¿Dónde está?

El paradero de la camiseta continúa siendo un enigma. ¿La tiene el Club América de México?, ¿Estará en manos de coleccionistas privados o se encuentra resguardada en el Museo Nacional de Inglaterra? Se ha dicho que muy pocas personas saben del paradero de la camiseta y que Ghiggia le reveló el secreto a su esposa y a un importante periodista uruguayo meses antes de su muerte.

Mientras no aparezca la icónica número 7 que vestía Ghiggia cuando hizo enmudecer a 200 mil almas y frustró la celebración de un país, seguirá siendo un misterio que simboliza el milagro de una victoria imposible. Representa lo inexplicable e interpreta la máxima de que «un partido no termina hasta que no suena el pitazo final».  

Entonces: ¿Dónde está la camiseta número 7 de Ghiggia?

La camiseta de Ghiggia con el número 7 es más que una prenda para el recuerdo. Significa el valor, la gallardía, el deseo de superar lo imposible. Es la representación del milagro del fútbol, la magia que asombra.

Es el recordatorio de un momento inolvidable: «El Maracanazo». Quien la posea guarda la mayor reliquia que rememora la pasión universal que mueve multitudes: el fútbol.

El periodista uruguayo Jorge Gutiérrez Pérez, realizo una exhaustiva investigación y es la primera vez que se aportan elementos que permiten concluir que la casaca si existe y que siempre existió, él mismo jugador aseguró: «Máspoli la tuvo en custodia largo tiempo con una camiseta de Atlanta club argentino donde jugo Ghiggia un partido al lado de Adolfo Pedernera y una pelota sin tiento».

Cuenta Gutiérrez que ante la insistencia sobre el paradero de la camiseta Ghiggia volvió a responder «ahora no podían estar en mejores manos» refiriéndose a las dos camisetas ya referidas.

El periodista también habla de que existe un documento notarial que confirma la existencia de la icónica camiseta y que en la actualidad está en posesión de un reconocido historiador y coleccionista. Yo añadiría que la camiseta no se desintegró, existe. Está en algún lugar al norte de nuestro sur, y sin duda, «en muy buenas manos».

Está lo manifestado por Ghiggia al periodista uruguayo Gutiérrez Pérez y según el comunicador un documento notarial que resuelve el enigma y que me llevaría a concluir que el milagro del «Maracanazo» sigue retumbando con la existencia de la pieza más emblemática en la historia de las finales de los mundiales.

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