El Rostro Infinito: Dexily Reyes y la Revelación del Mosaico Divino
Dexily Reyes en Semillas de Armonía 2025: La fe como puente de color
En el marco de la esperada exposición internacional “Semillas de Armonía 2025 – El color que nos une”, que recorrerá cinco países de América Latina y Europa, la artista venezolana Dexily Reyes se perfila como una de las protagonistas esenciales de esta travesía estética y espiritual. Su obra, “La Multiplicidad de Dios”, es un manifiesto visual y místico que, más allá de lo religioso, interroga la percepción, la unidad, el dolor y la fe desde una mirada profundamente humana.
Esta fotografía digital intervenida mediante diseño gráfico e impresa sobre lienzo, es una composición donde lo sagrado se construye desde lo fragmentario. Mosaicos de color, textura, sangre y luz componen una imagen que se revela solo en la contemplación profunda: el rostro de Cristo emerge como epifanía entre cuadros rojos, blancos y negros, como si cada fragmento portara una revelación propia, pero interdependiente de la totalidad.
Dexily Reyes, artista autodidacta nacida en Valencia, Venezuela, aporta una obra contundente al discurso de Semillas de Armonía 2025, y representa también una voz resiliente dentro del arte latinoamericano.
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Dexily Reyes, "La Multiplicidad de Dios", Fotografía - diseño gráfico sobre lienzo-, 20X25 cm., 2025, Venezuela |
La historia personal de Dexily, marcada por una disCAPACIDAD auditiva adquirida desde los 7 años por el uso inadecuado de los antibióticos, es una constante reafirmación de su voluntad, sensibilidad y compromiso con el arte como medio de integración y transformación social. Reyes no oculta su condición, al contrario, la resignifica gráficamente al escribir “disCAPACIDAD”, en una tipografía visual que destaca la CAPACIDAD como núcleo de su identidad creativa.
La fe como textura:
Análisis visual de “La Multiplicidad de Dios”
En la obra se percibe una intención clara de disolución de las fronteras entre lo visible y lo invisible. Cuadros blancos vacíos se intercalan con manchas de rojo intenso, casi visceral, y texturas que evocan tejidos, ramas, piel, fuego y tierra.
Esta diversidad de formas y símbolos en “La Multiplicidad de Dios”, convoca el imaginario cristiano de la Trinidad: un solo Dios en tres personas, reflejadas aquí como la coexistencia de múltiples imágenes que, aunque distintas, se funden en un solo espíritu compositivo.
La figura de Cristo se descubre paulatinamente, como si la artista quisiera que cada espectador reconstruya su fe, su mirada y su propia idea de lo divino. Este juego visual no es azaroso: se trata de una construcción metafórica del alma humana, que se recompone constantemente en el dolor, en el amor, en la luz.
Llama la atención del uso del rojo como el color del sacrificio pero también el color de la pasión, la sangre derramada, el lazo humano que nos une en lo esencial. El blanco, en cambio, no es vacío, sino respiro, espacio sagrado, pureza y victoria.
En esta era saturada de imágenes inmediatas y narrativas vacías, Reyes propone una lectura desde la pausa. Su obra no se impone: se revela. Así como la fe, no se demuestra sino que se experimenta.
En este sentido, “La Multiplicidad de Dios” funciona también como una crítica silenciosa a la fragmentación social y espiritual contemporánea. Nos invita a tejer nuevamente nuestras partes, a reconocer el todo en lo aparentemente roto.
El color que nos une,
el arte que nos hermana
La participación de Dexily Reyes en esta colectiva internacional –que se llevará a cabo en Colombia, Perú, México, Brasil, Argentina y España– demuestra la necesidad de volver a lo esencial, a lo que une más allá de las diferencias: el color, el arte, la fe, la humanidad.
Desde Neiva hasta São Paulo, de Morelia a Merlo, pasando por Lima y cerrando en tierras españolas, la obra de Reyes recorrerá geografías diversas, sembrando su mensaje de unidad, amor y contemplación. Su mosaico de Dios, tejido de fragmentos, es también un espejo donde América Latina puede reconocerse: profundamente herida, sí, pero también profundamente espiritual, resiliente y luminosa.
La artista, que además es fundadora del movimiento Arte y disCAPACIDAD y gestora activa en la OMAI (Organización Mundial de Artistas Integrados), no es solo una creadora visual: es un símbolo. Su trabajo no exige admiración por su condición, sino por su capacidad transformadora. Es una voz que, aunque no oída en el sentido convencional, resuena en cada pixel de su obra.
En un tiempo donde todo se fragmenta —la información, la sociedad, las identidades—, Reyes propone una reconstrucción visual y espiritual. Una trinidad contemporánea: el arte, la fe y la capacidad.
El Rostro Infinito: Dexily Reyes y la Revelación del Mosaico Divino
La Sangre, la Luz y el Lienzo: Una Trinidad Contemporánea
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El arte como revelación: Dexily Reyes y “La Multiplicidad de Dios”