La Maja de Lucelly Mejía Suárez en el Dorado Sueño y Anatomía de la Calma

El Color que nos Une: Geografía del Sosiego en la Obra de Lucelly Mejía Suárez

¿Alguna vez una pintura te ha detenido en seco, obligándote a mirar más de cerca? Hay obras que no solo se ven, se sienten. Te atrapan en su atmósfera y te hacen preguntas sin pronunciar una sola palabra. Hoy vamos a navegar en una de esas creaciones: "Placidez", de la artista colombiana Lucelly Mejía Suárez.

"Placidez", es una invitación a explorar los rincones más íntimos del subconsciente, donde los sueños, los anhelos y las realidades se entrelazan. A través de colores audaces y una composición que atrapa, Lucelly Mejía nos regala una ventana a un mundo interior rico y complejo.

Vamos a desentrañar juntos los misterios que guarda "Placidez". ¿Quién es Lucelly Mejía Suárez? Una Pincelada sobre la Artista  Antes de sumergirnos en la obra, es fundamental conocer a la mente y el corazón detrás del pincel.

Su trabajo se caracteriza por una profunda exploración de la figura humana, especialmente la femenina, utilizándola como vehículo para expresar complejas narrativas emocionales y psicológicas. Su arte no busca solo representación del cuerpo, persigue la evocación.

El estilo de Mejía Suárez se nutre de una fuerte carga simbólica y un uso audaz del color. No teme emplear paletas intensas para construir atmósferas que impactan al espectador. En sus lienzos, cada elemento, desde la postura de un cuerpo hasta el color de un objeto, tiene un propósito.

Conocer este enfoque nos da la primera clave para entender que en "Placidez", nada es casualidad. Un primer vistazo a la calma que inquieta primera vista, la obra nos presenta una escena de reposo absoluto. Una mujer sin ropa yace dormida, acurrucada sobre una tela de un amarillo intenso, casi dorado. Su cuerpo está relajado, su rostro sereno, sumido en lo que parece un sueño profundo.

 Una obra que, bajo su aparente calma, esconde un universo de emociones, símbolos y significados esperando ser descubiertos. Pintura de Lucelly Mejía Suárez, -Placidez-, Colombia

El título, "Placidez", parece encajar a la perfección con esta impresión inicial de tranquilidad y paz; Sin embargo, algo en el ambiente nos dice que hay más.  La calma es palpable, pero no es una calma silenciosa. Es un ambiente cargado de energía, casi eléctrico. Los colores vibrantes y las formas sinuosas que la rodean crean un contraste fascinante con la quietud de la figura. Es aquí donde la obra comienza a hablarnos en un lenguaje más complejo.

Nos damos cuenta de que esta placidez podría ser una tregua en medio de una tormenta emocional, un refugio encontrado en el mundo onírico.  La Composición: Un Delicado Equilibrio entre reposo y tensión latente  la composición es una genialidad. La figura de la mujer, dispuesta en una diagonal suave, ocupa el centro de la escena, atrayendo nuestra mirada de inmediato. Su postura cómoda, y vulnerable, con los brazos descansando sobre la cama a la altura de la cabeza, contrasta con la expansión de las coloridas telas que la rodean. El manto amarillo sobre el que descansa parece derramarse fuera del cuadro, mientras que el fondo rojo y ondulado genera un movimiento constante.  Este juego de opuestos es clave. Tenemos la quietud del cuerpo contra el dinamismo del entorno. La forma sinuosa del cuerpo femenino, la línea horizontal implícita del lecho contra las curvas orgánicas y caóticas del fondo, son llamativas desde el primer momento.

En “Placidez”, Lucelly Mejía crea un equilibrio inestable, como el que precede a un despertar o el que sigue a una gran agitación. La placidez de la protagonista está enmarcada, casi contenida, por una energía que no descansa.  

La maja sin ropa, donde la piel femenina es arte puro, ha sido un tema recurrente por siglos, pero aquí Lucelly Mejía lo despoja de artificios.

Sin duda la obra “Placidez”, en su estilo se alinea más con un expresionismo figurativo con toques de realismo mágico. No abandona por completo la forma reconocible, sino que la utiliza como base para construir una realidad emocional y simbólica intensificada.  

La trayectoria de Lucelly Mejía Suárez, quien ha expuesto dentro y fuera de Colombia, se inscribe en esta búsqueda constante de lo humano y lo bello a través de la representación. Su participación en el ciclo de exposiciones es un eslabón fundamental en la cadena que une el color de las diversas latitudes. Esta pieza, nacida en la intimidad del estudio, viajará para establecer un diálogo transcontinental, uniendo sensibilidades en un recorrido que inicia en su natal Colombia (Asamblea Departamental del Huila en Neiva, 27 de octubre de 2025), y se expande a Perú (Universidad Nacional de Educación -UNE-, Lima, 7 de Noviembre 2025), México (Museo del Estado de Michoacán, Morelia, 27 de Noviembre 2025), Brasil (Memorial da América Latina en São Paulo, 5 de Diciembre 2025), y Argentina (Casa de la Cultura de Merlo, Provincia de Buenos Aires, 14 de Marzo 2026), con la confirmación de una futura escala en España.

En cada país, "-Placidez-" será un recordatorio tangible de que, más allá de las fronteras y las diferencias idiomáticas, la necesidad de paz interior es una condición universal. La obra de Lucelly Mejía Suárez nos invita a plantar esa semilla de calma en nuestro propio jardín, demostrando que el arte, con su lenguaje poético, es el hilo invisible que teje la humanidad, el crisol donde se funden las culturas en la belleza compartida.

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