Oriana Grillo y El Corazón Cosmopolita que Palpita en Acrílico
Latidos de Armonía en el Centro de la Colectiva que Conecta a la Humanidad
Oriana Grillo, cuya formación artística comenzó en el Instituto Integral de Arte de Mónica Luna, lleva consigo la convicción de que el arte es un diálogo, una construcción compartida. Desde sus inicios, la artista comprendió que la técnica, perfeccionada a través de la formación como Profesora Superior de Dibujo y Pintura y su actual estudio en la Tecnicatura en Figura Humana, es solo el vehículo para una expresión más profunda. La experiencia de compartir su conocimiento con los niños en el instituto, como menciona, nutre su propia visión: el arte es una forma hermosa de seguir aprendiendo y creciendo, un motor de intercambio constante.
El Corazón como Metáfora Universal
El lienzo de Grillo nos presenta un corazón anatómicamente
correcto, pero estilizado y despojado de su piel, exhibiendo una paleta que
desafía la biología y abraza la emoción. Los colores se funden en el órgano
vital, pasando de rojos intensos y tonos azules, a un amarillo central
brillante. Sin embargo, lo verdaderamente cautivador es el sistema vascular que
se desprende de él. Arterias y venas se ramifican en una explosión de
tonalidades primarias y secundarias —rojos, amarillos, verdes, azules—,
semejando las ramas de un árbol de vida que se extiende más allá del marco.

Oriana Grillo -Latidos de armonía- acrílico sobre lienzo, 20x20 cm., 2025, Argentina
La artista explica con lucidez la génesis conceptual de la
obra: "Latidos de Armonía" es la respuesta a la convocatoria de unión
de "Semillas de Armonía". Ella concibe el corazón como el eje que
dota de funcionalidad y vida al organismo. En esta analogía, Argentina, su
país, es el centro palpitante desde donde se irradia el mensaje. Los vasos
sanguíneos que estallan en un arcoíris de matices representan, de manera
ingeniosa, las banderas y por ende, a los países que participan en esta red de
fraternidad.
"Todos somos
parte de esta gran circulación de Arte, unión y paz."
Esta es la convicción que mueve a Grillo. El trabajo nos
recuerda que la humanidad, a pesar de las fronteras geográficas o ideológicas,
está unida por un mismo flujo de vida y afecto. La delicadeza con que el color
se expande, difuminándose en los bordes del lienzo, crea una atmósfera etérea,
casi de ensueño, donde el conflicto se disuelve y prevalece la
interdependencia.
Anatomía del Encuentro y la Paz
El concepto de "Semillas de Armonía" encuentra su
perfecta correspondencia en la pieza de Grillo. Si la exposición busca sembrar
la concordia a través del color que une, el corazón es la semilla perfecta, ya
que es el primer órgano que late y el último que se detiene. La obra es una
invitación a sentir la conexión mutua, a reconocer que cada nación, con su
color distintivo, es imprescindible para el pulso de la totalidad. En una época
marcada por el aislamiento y la desconfianza, Grillo propone un retorno al
centro humano, allí donde residen la empatía y la capacidad de amar.
El recorrido de la exposición es en sí mismo una metáfora de esta circulación: el arte comenzará su travesía en Colombia, en la Asamblea Departamental del Huila en Neiva, el 27 de octubre de 2025, para luego nutrir al Perú en la Universidad Nacional de Educación en Lima, el 7 de noviembre. Posteriormente, llevará su caudal de color a México, al Museo del Estado de Michoacán en Morelia, el 27 de noviembre, y cerrará su ciclo continental en Brasil, en el Memorial da América Latina en São Paulo, el 5 de diciembre de 2025.
El regreso a Argentina, en la Casa de la Cultura de Merlo el 14 de marzo
de 2026, y la confirmación de una parada en España, completan este abrazo
transoceánico. "Latidos de Armonía" es, por tanto, el emblema de este
viaje, una pieza que late por todo el continente y más allá, demostrando que el
arte puede ser el gran vaso comunicante de la paz. Es un llamado a apreciar la
interconexión global, una oda a la forma en que los diferentes matices se
necesitan para crear una paleta completa.

