Samba Amazona Palenquera: Guardiana de la Cultura de San Basilio de Palenque

Por Mauricio Mayorga

Desde el camino del presente siglo la sabedora Antonia Cassiani o Samba, ve y vive lentamente la galopante transformación de San Basilio de Palenque, su amado terruño.  Poco a poco los hijos y nietos de Palenque retornaban, le comparaban con el otro mundo; el cambio así se impuso y se quedó. Remodelaron para mayor comodidad de sus familias y salieron de los “chécheres” viejos de cada casa hecha en “bahareque”: los muebles, los enseres, la cocina, los baños; lo tradicional se fue, quedo en la memoria, el imaginario y la nostalgia de la abuela.

Ahora, en San Basilio solo quedan tres casas en bahareque, todo es moderno.  Así el pilón y la canción, la música y la marímbula, la cama de lienzo y el techo con espinas, el taburete y la banqueta, los calabazos y las cocadas, son la historia de la historia de San Basilio de Palenque.  

Antonia los recolecta y los guarda poco a poco en el tiempo, así se escribe el nacimiento de la CASA MUSEO SIMAKONGO DE SAN BASILIO DE PALENQUE, de este brinco en varios años, se consolida, en un abrazo y trabajo conjunto de cada uno de los cómplices y sus sobrenombres: Bernardino es Callao, Rodolfo es Rudo y otros más que no recuerdo.

Hace un par de años, viajo yo por primera vez hacia Palenque hacia los Montes de María, voy a conocer el Museo; en realismo mágico y cautivador, encuentro a Samba (la mujer bonita) me cautiva, me zambullo en el orgullo que siente por su pueblo y sangre Afro, en su historia como “cimarrones”, en San Basilio, en Benkos Biohó. En su lengua palenquera y en el lenguaje codificado de las trenzas, en los cuentos y los juegos con los niños de alegría desbordante, siempre atentos a escuchar y aprender con sus profundos ojos. Así, el arte de mi mano abre espacios Por la Paz y el Medio Ambiente; unos 100 artistas y escritores se han mostrado dignificando el Museo Naval del Caribe que los ha recibido. Por otra parte, el reciclaje sigue...  

Hoy, hago parte en San Basilio de otro “kuagro”, su organización social basada en las redes familiares y en los grupos de edad o ma-kuagro. Con talleres permanentes se fortalecen las costumbres orales y musicales, los saberes transforman la memoria individual en colectiva, siendo la formación de niños el principal báculo, es así como se aporta a fortalecer la condición del espacio cultural de San Basilio de Palenque.  

Hoy para aumnetar las tragedias culturales de San Basilio de Palenque, las puertas de la Casa Museo Simankongo de Palenque se han cerrado, la gran pregunta: ¿Puede afectar la calidad de Patrimonio Inmaterial Cultural de la humanidad de San Basilio? Samba y sus hermanos del museo en sus kuagros como hormigas, alimentan con paciencia el Ave Fénix buscando su nido propio en bahareque.  Con angustia buscan renacer y por esto les invito en nombre de Samba, Callao, Rudo y el pueblo de Palenque,  a que hagan parte de este Kuagro.