El Neo-Figuravismo Sacro de Alex Rivera en Diálogo con la Cultura Pop Latinoamericana
Rojo Pasión y Luz Tormentosa: La Obra de Alex Rivera que Desafía la Diversidad del Color y Unifica la Mirada Continental
Sosteniendo el pincel como un estilete, el artista colombiano Alex Rivera nos confronta con la médula espiritual del continente en el umbral de la magna exposición "SEMILLAS DE ARMONÍA 2025: El color que nos une". Mientras la colectiva se prepara para tejer un tapiz de diversidad cultural y estética —desde la audacia pop de Rossy de Palma hasta el realismo botánico de El Mundo de Sara—, la obra de Rivera, "El Peso del Mundo en una Mirada", irrumpe como el ancla mística necesaria para la cohesión del discurso.
Esta no es una nota de prensa tradicional; es una inmersión curatorial en la dialéctica de la fe y el arte contemporáneo latinoamericano, que se dispone a emprender un viaje trascendental desde Neiva, Colombia, el 27 de octubre de 2025, para luego recorrer Perú, México, Brasil y Argentina.
El Grito Silencioso
de Alex Rivera y la Inclusión de lo Sagrado
El óleo de Alex Rivera, un moderno retrato de arte sacro y
pieza fundamental del estilo figurativo colombiano, se despoja de las
convenciones pictóricas historicistas para entregarnos un Jesús de Nazaret de
una potencia visual ineludible. La obra, bautizada con la profunda resonancia
de "El Peso del Mundo en una Mirada", confronta al espectador con la
intensidad de la agonía y la promesa de redención.
El artista colombiano utiliza un lenguaje pictórico
dramático y neo-figurativo. La figura emerge violentamente de un fondo oscuro y
cargado, donde los tonos grises y azulados sugieren la tormenta cósmica del
Viernes Santo. Esta técnica acentúa el dolor físico, y magnifica la carga
psicológica y espiritual del retratado.
La luz, dura y frontal, cincela los volúmenes del rostro,
dándole una tridimensionalidad casi escultórica, mientras que las sombras
profundas enmarcan la melena oscura y la barba, concentrando la energía
dramática en la expresión.
El detalle de la corona de espinas es crucial: no está
pintada como simple guirnalda, es una estructura punzante y abstracta, cuyas
púas blancas y brillantes parecen irradiar una luz inversa, transformando el
instrumento de tortura en una especie de corona ascética y gloriosa. Este es un
acto de sublimación artística, donde el dolor se transmuta en la dignidad de lo
inquebrantable.
La Dialéctica de la Armonía: Sacrificio y Diversidad
La presencia de "El Peso del Mundo en una Mirada"
en el ciclo "SEMILLAS DE ARMONÍA 2025" genera una analogía profunda
con el resto de la exposición, estableciendo un diálogo de contrastes:
Frente a la Celebración: Si obras como el vibrante retrato de Rossy de Palma por Silke Voß celebran la autonomía, el color y la cultura pop contemporánea como fuentes de felicidad inmediata, la pieza de Rivera nos recuerda que la verdadera armonía continental se construye también sobre la base de la compasión, el sacrificio y la tradición espiritual compartida. Es el eje de lo trascendente frente a lo inmanente.
El Color que Conecta: Aunque el tema es sombrío, la paleta cromática es audaz. El rojo carmesí del manto que cae del hombro de Jesús es un foco de Pasión y vitalidad, el color más intenso y profundo de la composición, que se convierte en un "color que nos une" por su simbolismo de sacrificio universalmente reconocido en la iconografía.
Neiva como Umbral:
Que el ciclo inicie en la Asamblea Departamental del Huila en Neiva, Colombia,
con esta obra de un artista colombiano como pieza protagónica, reafirma la centralidad
de las narrativas locales y la importancia del arte figurativo sacro en el
corazón del imaginario latino. El recorrido hacia Perú (Universidad Nacional de
Educación -UNE-, Lima, 7 de noviembre), México (Museo del Estado de Michoacán,
Morelia, 27 de noviembre), Brasil (Memorial da América Latina, São Paulo, 5 de
diciembre) y Argentina (Casa de la Cultura de Merlo, Buenos Aires, 14 de marzo
de 2026) se verá enriquecido por esta tensión entre lo terrenal y lo espiritual.
La Mirada Eterna: Un Ancla para el Continente
La mirada es la clave formal y conceptual de la obra. Con
los ojos elevados y vidriosos, el Jesús de Rivera no implora, sino que confronta
a lo invisible. Es una mirada de anclaje que, al igual que la figura de Sara
Itkin en la obra de Janet Opazo (que mira fijamente al espectador), busca
establecer una conexión directa y sin filtros con el observador. Sin embargo,
mientras la mirada de Sara invita a la sabiduría botánica de la tierra, la
mirada de Cristo se dirige a una dimensión superior.
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Detalle de la obra de Alex Rivera "El Peso del Mundo en una Mirada" |
Esta dualidad es la que define la riqueza de la muestra: el
arte como medio para entender la salud integral (el saber ancestral de las
plantas), la identidad colectiva (la nobleza de la trashumancia en la obra de Marina
Scarpello) y la dimensión espiritual (el sacrificio del Cristo). "El Peso
del Mundo en una Mirada" es una reflexión necesaria sobre la condición
humana y la compasión, valores esenciales para que las "semillas de
armonía" realmente fructifiquen en el vasto continente.
Alex Rivera, al insertar esta pieza de arte sacro moderno en
un circuito de arte contemporáneo, no solo rinde homenaje a una tradición, sino
que la revitaliza. Demuestra que la fe y el dolor, pintados con honestidad y
maestría técnica, siguen siendo narrativas poderosas y universalmente
relevantes, capaces de generar una cohesión emotiva tan fuerte como el color
más vibrante.