María Inés Allgayer Artista de Neuquén Argentina 

El Éxodo Silente de María Inés Allgayer  en 'La Veranada' en el Ciclón de la Modernidad

El Silencio de los Paisajes Andinos de Neuquén Revela el Encuentro Íntimo de la Artista María Inés Allgayer 

El arte no es solo una ventana; es un portal, una fisura poética a través de la cual el alma del tiempo se cuela en nuestra conciencia. En este ciclo frenético de la modernidad, donde la velocidad y la hiperconexión dictan el pulso de la existencia, la artista visual María Inés Allgayer nos ofrece un ancla luminosa: una pieza de figuración honesta que destila la dignidad del silencio andino.

Su obra, "La Veranada", se erige como una de las piezas protagónicas de la exposición colectiva internacional “SEMILLAS DE ARMONÍA 2025 – El color que nos une”, un faro de introspección que dialogará con audiencias a lo largo de América Latina y Europa.

Al igual que en reflexiones anteriores dedicadas al vasto tapiz de "Semillas de Armonía," lo que resuena en la propuesta de Allgayer es la ineludible búsqueda de la conexión auténtica—la unión entre el ser y su entorno, entre la tradición y el presente. Si el "color que nos une" es la divisa de la exposición, Allgayer lo interpreta no como una explosión estridente, sino como una sinfonía de tonos tierra y celestes, modulados por la quietud de las cumbres patagónicas de Neuquén, Argentina. Aquí, el color de la unidad no es la algarabía, sino el eco universal de la resiliencia.

 

María Inés Allgayer, -La veranada-, Oleo sobre tela, 2025, Paisajes de Argentina, pintura artística 

El Paisaje como Manifiesto de Resiliencia

"La Veranada" es mucho más que un paisaje figurativo; es un riguroso ejercicio de memoria pictórica. La artista, aventajada alumna de la maestra Andrea Beatriz García, utiliza la técnica clásica del óleo sobre lienzo con una disciplina y detallismo encomiables. Lo que plasma es la milenaria actividad del traslado estacional del ganado a los pastos de mayor altura, una práctica de los crianceros que, al igual que su lienzo, desafía el olvido impuesto por el progreso industrial.

La composición es un poema visual sobre la escala humana frente a la majestad de la naturaleza. En un primer plano dramático, el espectador es testigo del lento pero constante avance de un rebaño de ovejas, cuyas lanas blancas contrastan con el suelo nevado y el ascenso del valle. 

Obra de María Inés Allgayer, detalle de  -La veranada-, Paisaje Argentino Pintado al Óleo sobre tela, 

A su lado, la figura estoica del arriero montado en su caballo, acompañado de su fiel perro guardián, personifica la custodia de una forma de vida ancestral. Estos personajes son elementos de la escena, “tótems” de la resistencia cultural y el esfuerzo individual silencioso.

El fondo es una lección de perspectiva y atmósfera. Las montañas se alzan, con sus oscuros acantilados texturizados, culminando en un nevado cubierto por el hielo de un blanco cegador. Sobre esta inmensidad, el cielo, pintado en un profundo azul grisáceo, enmarca la panorámica con una solemnidad casi litúrgica.

Es una paleta que sugiere la dureza del clima y, a la vez, la inmensa paz que se encuentra en el esfuerzo repetido y el paisaje inalterable, demostrando que la armonía puede nacer de la quietud y el contraste.

Paz, Alegría y la Migración de la Conciencia

La elección del tema pictórico es profundamente filosófico y sensorial, vinculada directamente a la alquimia creativa de la artista. Allgayer confiesa su motor: “Cuando algo impresiona mis sentidos, por el color, la forma, el mensaje, necesito pintar.” Esta urgencia no es un escape, sino un encuentro: “Solo puedo pintar aquello que me da paz y alegría. Es mi forma de encontrarme conmigo misma.”

Esta búsqueda de la quietud a través del arte se convierte en la analogía perfecta para la misión de "Semillas de Armonía 2025." En un mundo digital que a menudo se siente fragmentado, la obra de Allgayer nos recuerda que la armonía se encuentra en la conexión auténtica, no en la velocidad de las redes, sino en el ritmo pausado de la trashumancia.

María Inés Allgayer, detalle del paisaje -La veranada-, Oleo sobre tela, Argentina

"La Veranada," la actividad que la modernidad "va olvidando," se rescata en el lienzo para recordarnos que las raíces profundas del ser humano—la labor honesta, el vínculo con la tierra—son las fuentes primarias de esa paz.

El traslado del ganado, esta veranada, se lee hoy como la migración de la conciencia hacia valores esenciales. El arriero y su rebaño representan a aquellos que eligen un camino menos transitado, aquellos que priorizan la sostenibilidad de sus tradiciones sobre la prisa del instante.

"La Veranada,"  es una obra que nos invita a detenernos y a cuestionar qué estamos arriando en nuestras propias vidas: ¿memorias valiosas o meros datos fugaces?

A través del color y la forma, María Inés Allgayer establece un camino  conmovedor entre el paisaje frío y la calidez de la experiencia humana, haciendo de su figuración un acto de resistencia poética. "La Veranada," será un núcleo de reflexión itinerante, llevando la quietud de Neuquén a Colombia (Neiva, 27 de octubre de 2025), Perú (Lima, 7 de noviembre), México (Morelia Michoacán, 27 de noviembre), Brasil (São Paulo, 5 de diciembre), Argentina (Merlo, 14 de marzo de 2026) y, con fecha próxima a confirmar, a España, confirmando que el Éxodo Silente de la Memoria tiene un destino en el corazón global del arte.