El Sonido del Color en la Obra de Alex Cuartas y la Tonada Universal de la Armonía
Burbujas de Jazz y Pinceles Sociales: El Universo de Alex Cuartas en "Semillas de Armonía"
Hay lienzos que se miran y hay otros que se escuchan. Pertenecen a una categoría rara y preciosa del lenguaje artístico, una donde el color vibra con la cadencia de una melodía y la textura del óleo evoca el eco de una nota sostenida en el aire. La obra "–En tonada Baker-" del artista y docente colombiano Alex Cuartas, es uno de esos lienzos.
Es un portal a un universo donde el jazz se derrama en una explosión de azules cósmicos y la figura de un músico se convierte en el epicentro de una creación vibrante. Esta pieza no es solo una pintura; es una sinfonía visual, una partitura de la resiliencia humana que ha sido seleccionada como una voz protagónica en la esperada exposición colectiva internacional “SEMILLAS DE ARMONÍA 2025 – El color que nos une”.
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Alex Cuartas, -En tonada Baker-, Colombia |
Anatomía de una Melodía Visual
Contemplar "En tonada Baker" es sumergirse en un
instante de improvisación perpetua. Un músico de cabellos y bigote níveos,
coronado por un sombrero púrpura que parece absorber la noche, nos mira
fijamente mientras sus dedos danzan sobre los pistones de una trompeta dorada.
Su mirada no es pasiva; es una interpelación directa, un puente entre su mundo
sonoro y nuestro silencio. Pero es el universo que lo rodea lo que transforma
el retrato en una experiencia estética trascendente.
El fondo es una nebulosa de azules, turquesas y magentas, salpicada de un caos perfectamente orquestado que evoca la libertad del jazz. De la campana de la trompeta no emanan ondas sonoras, sino burbujas iridiscentes que flotan por toda la escena. ¿Son acaso las notas musicales que han cobrado forma? ¿O son esferas de memoria, cada una conteniendo un instante, un sentimiento, una historia?
Esta elección surrealista eleva la obra de un simple retrato neo-figurativo a una meditación poética sobre la naturaleza efímera y a la vez eterna de la música. Cuartas no pinta al músico, pinta el alma de la música que este canaliza, un torrente de vida que se niega a ser contenido.
La referencia a "Baker" en el título parece un guiño directo a Chet Baker, el legendario trompetista cuya música era un destilado de melancolía y belleza. En este lienzo, esa misma dualidad se hace presente: la sabiduría y el peso de la experiencia en el rostro del músico, y la ligereza casi infantil de las burbujas que genera.
El Artista como Resonador Social
Para entender la profunda coherencia de una obra como esta, es necesario mirar al artista detrás del pincel. Nacido en Envigado en 1974 y con una trayectoria artística de 25 años, Alex Cuartas es mucho más que un pintor; es un agente de cambio social con sede en Medellín. Su formación en la Débora Arango y en Bellas Artes Medellín cimentó una disciplina que hoy se despliega en múltiples frentes. Su "quehacer" artístico es inseparable de su misión educativa y arteterapéutica.
Mientras en su taller da vida a ángeles, músicos o retratos de una profundidad sobrecogedora, en el campo social como docente y gestor dirige proyectos que utilizan el arte como herramienta de sanación. Cuartas diseña y lidera programas de arteterapia para la reparación de víctimas del conflicto armado en Colombia, acompaña a personas desplazadas y realiza investigaciones sobre las realidades de las trabajadoras sexuales en Medellín. De repente, "En tonada Baker" adquiere una nueva capa de significado. El músico ya no es solo un músico.
Es un símbolo de supervivencia, un creador de belleza en medio de un fondo caótico que bien podría ser una analogía de la compleja realidad social de su país. Su trompeta es un instrumento de reconciliación, y cada burbuja, una posibilidad de paz, una semilla de armonía. Este contexto transforma la obra en un acto de crítica y esperanza, un recordatorio de que el arte tiene la capacidad de ir más allá del consumo para dialogar con todo lo que pasa en el mundo [7].
Sembrando Acordes de Armonía por el Mundo
La inclusión de "En tonada Baker" en la exposición "Semillas de Armonía 2025" es, por tanto, una elección curatorial de una lógica impecable. Si, como hemos visto en entregas anteriores sobre esta exposición, el objetivo es encontrar "el color que nos une", ¿qué mejor embajador que una obra que fusiona el lenguaje universal de la música con la inmediatez emocional del color? La pintura de Cuartas es una semilla que encapsula la resiliencia, la creatividad y la esperanza.
Este mensaje resonará a través del ciclo de
exposiciones que llevará la obra de Alex Cuartas y otros maestros por toda América
Latina y Europa, en un viaje que tejerá un tapiz de unidad cultural:
Colombia: Asamblea Departamental del Huila, Neiva (27 de octubre de 2025).
Perú: Universidad Nacional de Educación -UNE-, Lima (7 de noviembre de 2025).
México: Museo del Estado de Michoacán, Morelia (27 de noviembre de 2025).
Brasil: Memorial da América Latina, São Paulo (5 de diciembre de 2025).
Argentina: Casa de la Cultura de Merlo, Buenos Aires (14 de marzo de 2026).
España: Una esperada parada en Europa, con lugar y fecha por definir.
Este recorrido transformará la obra en un emisario, llevando su tonada de resiliencia y armonía a nuevos oídos y nuevas miradas.
La pieza de Alex Cuartas es un texto artístico cuya cohesión
interna garantiza que sus ideas fluyan sin problemas, relacionándose entre sí
para facilitar su comprensión. El rostro del músico, el caos del fondo y
las burbujas de ensueño no son elementos dispares; son versos de un mismo poema
visual. Un poema que nos habla de la capacidad del ser humano para crear orden
y belleza desde el desorden, para soplar una melodía que, aunque efímera como
una burbuja, tiene el poder de llenar el espacio y transformar el silencio en
arte.