María Emilia Nerla pintora de la Patagonia Argentina

El Incendio Sagrado de la Creación: Bianca y María Emilia, un diálogo por el respeto y la conciencia ecológica

Nerla y Urresti son Arquitectas de la Vida, del Descarte al Renacer en el Lienzo de la Conciencia

En la vorágine del arte contemporáneo, donde el mensaje a menudo se disuelve en el artificio, emerge una colaboración desde la Patagonia argentina que redefine la esencia de la creación: "Renacer de las llamas II", obra conjunta de la artista plástica y arquitecta María Emilia Nerla (1985) y su sobrina, la joven y talentosa Bianca Urresti (2013).

Esta pieza protagonizará el ciclo de exposiciones “SEMILLAS DE ARMONÍA 2025 – El color que nos une”, y se alza como el emblema de un urgente imperativo ecológico y un puente de entendimiento entre épocas.

El propósito de Semillas de Armonía es encontrar el color que nos conecta, Nerla y Urresti proponen que este color se encuentra en la alquimia entre la destrucción y la esperanza. Esta obra, realizada en óleos, pasteles y carbonillas sobre madera, es una meditación sobre el incendio que asola nuestros bosques y, por extensión, nuestra conciencia.

La Arquitectura de la Transformación: Del Descarte al Manifiesto

La filosofía creativa de María Emilia Nerla, forjada entre el desierto patagónico y su formación nómada en arquitectura y artes visuales, proporciona la estructura conceptual de la obra. Su práctica es una disciplina del “reciclaje” consiente, una lucha contra la tiranía del usar y tirar. Como reflexiona la artista: “Creo con mis manos, y a veces, lo digital amplifica mi talento.

Desde 2008 hasta la actualidad la exploración se centra en la “resignificación” de materiales de descartes; cartones, maderas, pinceles, maquillajes, pinturas, dándoles nuevas oportunidades antes que terminen en el basural.”

El uso de óleos y carbonillas sobre madera, elementos orgánicos que aluden a la misma materia del árbol consumido, convierte el soporte en un palimpsesto donde la materia original y el arte se funden. La observación cotidiana de Nerla, fusionando saberes técnicos y búsquedas visuales plásticas, tienen un objetivo; el cuidado del planeta, un acto consciente que transforma lo desechado en un espacio de reflexión y belleza.

María Emilia Nerla y Bianca urresti, -Renacer de las llamas II-, Argentina

Renacer de las Llamas II: Geometría de la Esperanza

La obra es una composición simbólica de abrumadora sencillez y profundidad. En el centro, observamos una estructura oscura, similar a un tronco calcinado o un vasto receptáculo, anclado a la tierra. De él brotan, en lugar de follaje, cinco llamas de fuego en color anaranjado que, bajo la mirada del crítico, se transfiguran en corazones pulsantes. Esta imagen no es la de la devastación final, sino la de una tensión viva donde la pasión (el corazón) y la destrucción (la llama) conviven como fuerzas gemelas.

A un costado, alejándose del calor central, se proyecta una pequeña rama solitaria. Esta rama, delicada, con sus hojas verdes recién nacidas y un brote en la punta, es el elemento de composición más vital y, quizás, el más conmovedor. Simboliza la huida, donde reside la promesa de la obra.


La colaboración entre María Emilia y Bianca (tía y sobrina, arquitecta y niña) se materializa en esta rama. El conocimiento técnico de la adulta, fusionado con la ternura y la visión sin filtros de la niña de 12 años, nos obliga a mirar al futuro. Bianca, la generación que heredará la ceniza y el brote, impregna la pieza con una sinceridad que hace del Renacer no solo una posibilidad, sino una necesidad imperiosa. El arte se transmite en familia como un gesto de vida, memoria y conciencia ecológica, creando una red de sostén y esperanza.

La obra es un espejo de la realidad actual: el tronco arde por la negligencia humana, pero el impulso de la vida—el brote verde—es indetenible si se le da el espacio para crecer. Este diálogo intergeneracional se convierte en la analogía perfecta de "El color que nos une", demostrando que la armonía global requiere que la experiencia (Nerla) proteja e impulse la esperanza naciente (Urresti).

La pieza, cargada de este mensaje de transformación, iniciará su recorrido global en Colombia (Neiva, 27 de octubre de 2025), para luego iluminar Perú (Lima, 7 de noviembre), México (Morelia Michoacán, 27 de noviembre), Brasil (São Paulo, 5 de diciembre), y Argentina (Merlo, 14 de marzo de 2026), con una escala confirmada en España, convirtiendo el arte en un espacio de unión, aprendizaje y conciencia colectiva.