La Anatomía del Silencio, en Gesto Pacifista de Hugo Díaz Forjado en la Fragilidad

La Sincera Poética de Hugo Díaz Gutiérrez 

El Maestro Hugo Díaz Gutiérrez, laureado artista plástico y curador de Colombia, es una figura cuya práctica desborda los límites del lienzo. Para él, el arte no es una evasión, sino una doble vocación que fusiona la creación íntima con la acción comunitaria. Su profunda reflexión lo establece: “La exploración, gestión y práctica del haber en el universo plástico lo suscribo en dos contextos de acción independientes y complementarios; el primero se escribe en el interior de un lienzo en blanco, donde soy artista, y busco la flora de la sabiduría en el creador, y el segundo, compete a la enseñanza en las aulas, donde inquietos jóvenes procuran identidad con un lenguaje que los humanice, y a través de las artes plásticas busco acercar a esa humanidad que sueña y recrea a espacios creativos”.

Esta filosofía, forjada tras años de rigor académico (Maestro en Bellas Artes, U. Nacional de Colombia) y una trayectoria internacional que abarca desde el Salón Nacional de Arte hasta muestras en Italia y Bélgica, lo consagra como un arquitecto de puentes. Su labor como Curador del Museo de la Paz-Bucaramanga desde 2018, donde ha desarrollado ejes temáticos como “Cronologías de la Paz”, confirma su compromiso con el arte como herramienta para la memoria y la sanación colectiva. Esta visión es la que lo posiciona como protagonista fundamental en la exposición “SEMILLAS DE ARMONÍA 2025 – El color que nos une”.

 

Fragmentos de Piel: Anatomía de la Herida

La obra que Díaz Gutiérrez presenta, "Fragmentos de Piel", es un grito silencioso que se atreve a interpelar la ceguera del mundo contemporáneo. Se trata de un retrato figurativo de una fuerza simbólica abrumadora.

El artista desecha el lienzo tradicional para elegir un soporte que es, en sí mismo, un comentario social: una lámina de cartón desbaratado, vestigio de la publicidad y la logística industrial. Sobre esta base precaria, ejecuta un dibujo magistral, realizado con la austeridad expresiva del carboncillo y la creta blanca. Emerge una niña, sin ropa, llorando, envuelta en una vulnerabilidad tan evidente que estremece.

Hugo Díaz Gutiérrez, -Fragmentos de Piel-, Carbón y creta blanca caja de cartón, 70X120 cms, 2022, Colombia

El punto de inflexión de la obra reside en la integración orgánica de los textos de embalaje que permanecen en el cartón. Palabras en mayúsculas como “FRAGILE” o “ESTE LADO ARRIBA”, diseñadas para proteger mercancías, se superponen a la piel y el llanto de la niña. Aquí, el Maestro Díaz Gutiérrez realiza una crítica poética y devastadora: en la vorágine de la economía global, el ser humano, y en particular la niñez desamparada, ha sido reducido a una mercancía etiquetada, desechable o, en el mejor de los casos, frágil. La pieza nos pregunta dónde están los padres o por qué llora la niña y nos obliga a confrontar nuestra propia indiferencia ante la vulnerabilidad convertida en paisaje cotidiano. El cartón, con sus pliegues marcados, se siente como la piel social arrugada y rota que la obra intenta coser.



La Armonía no es Silencio, es Justicia

En el contexto de “Semillas de Armonía 2025”, que busca propagar el color que nos une, la inclusión de "Fragmentos de Piel" no es una contradicción, sino una necesidad curatorial. Si la paz es, como propone el Museo de la Paz que dirige Díaz Gutiérrez, un patrimonio inmaterial que se construye, entonces la armonía debe nacer de la conciencia. Es imposible hablar de unión global sin reconocer las grietas.

La obra es una semilla de conciencia. Su travesía internacional es una misión geopolítica del arte, llevando el interrogante social a diversos puntos del continente y Europa. El itinerario—Colombia (Neiva, 27 de octubre de 2025), Perú (Lima, 7 de Noviembre 2025), México (Morelia, 27 de Noviembre 2025), Brasil (São Paulo, 5 de Diciembre 2025), Argentina (Buenos Aires, 14 de Marzo 2026), y España—es una cartografía del dolor que, al ser expuesto, busca activar la empatía colectiva.

Otra de las obras del artista Hugo Díaz Gutiérrez, creador colombiano

En una realidad actual marcada por la crisis migratoria, la polarización y la exclusión de millones de niños de un futuro digno, el trabajo de Díaz Gutiérrez se expone con una urgencia profética. Su arte, nutrido por la pedagogía (como se evidencia en su trabajo con presidiarios y la promoción de jóvenes talentos), cumple con su segundo contexto de acción: humanizar. Al enfrentarnos a la imagen de la niña, el artista nos da la oportunidad de recuperar el "lenguaje de la caja para humanizar," transformando la angustia figurativa en una reflexión profunda y un compromiso real con la construcción de un mundo menos "FRAGILE" para los que vienen. Hugo Díaz nos ofrece un espejo para que examinemos los fragmentos de nuestra propia humanidad.